¿Genias?


De Paula García Cerezo. 


“¿Se puede  ser mujer y genio?” Así se titula la conferencia que Laura Freixas ofició para el ciclo “Ellas y Ellos” celebrado en La Térmica (Málaga) durante el 2018. Como es de esperar, esta gran pregunta es merecedora de una gran respuesta a la que Freixas respondió con una contundente negación.

                           Imagen de la escritora Sylvia Plath, para el ciclo de conferencias "Ellas y Ellos".

            La palabra genio deriva del latín: genius y en sus numerosas acepciones en el castellano nos encontramos con que puede significar: “capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables”, “índole o condición peculiar de algunas cosas”, “persona dotada de genio”, entre otras. Será en esta última definición, realizada por la Real Academia Española, en donde ubicaremos nuestro foco de atención ya que en el ejemplo que esta nos otorga el genio recala en el género masculino: “Calderón es un genio”. A simple vista, puede parecer una apreciación banal, sin embargo, si buscamos la palabra genio en femenino (“genia”) podremos atisbar su inexistencia.

             Pero, ahora bien, ¿qué significa ser un genio? En el artículo “El séptimo arte: un acercamiento a la crítica feminista” mencionamos a Linda Nochlin (1931-2017) esta escribió “¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?(Why Have There Been No Great Women Artists?, ArtNews, 1971) actuando como adalid de lo que conocemos como la ginocrítica (una contribución a la superación definitiva de la noción viril del genio artístico junto al reconocimiento de la autoría femenina) y cuestionando el hecho de que grandes genios artísticos -masculinos- como Miguel Ángel o Picasso no hayan tenido un correlato femenino. En este punto, unx puede pensar lo contrario: “Y ¿Frida Kahlo, Dora Maar, Sofonisba Anguissola…? son mujeres reconocidas dentro de la Historia del Arte” Pues bien, es cierto son “reconocidas” pero no son sus rivales, Dora Maar no es el Modiglini de Picasso ni Anguissola el personaje antagónico dentro de la vida de Miguel Ángel.  

 

Frida Kahlo, Las dos Fridas, 1939, óleo sobre lienzo. 173,5 x 173 cm. México D.F, Museo de Arte Moderno de México.

 

Dora Maar, Modelo con estrella, 1936, impresión gelatina de plata.

Sofonisba Anguisola, Autorretrato, 1563, óleo sobre lienzo, 88,9 x 81,3 cm. Colección de Earl Spencerm Althorp, Northampton.

 

        Nochlin afirmó: “¿Será que el genio – esa pequeña pepita dorada- está ausente del carácter aristocrático, tanto como lo está de la psique femenina? ¿O no será más bien que los tipos de obligaciones y expectativas impuestos tanto a los aristócratas como a las mujeres imposibilitan la dedicación profesional plena a la producción artística, algo impensable los hombres de clase alta y para las mujeres, sin que tal cosa tenga relación alguna con el genio y talento?”.

Para entender a Nochlin y la relevancia de uno de los artículos más importantes dentro de la crítica feminista, os proponemos realizar un acercamiento histórico al ensayo y desgranar los puntos clave que trata la autora.

La década de los 70 fue un momento de efervescencia cultural, aquí situaremos la Segunda Ola feminista iniciada a finales de los años 60. Durante esta ola la toma de conciencia respecto a la subordinación patriarcal toma un papel determinante. Asimismo, la consigna atribuida a Kate Millet “Lo personal es político” se pondrá el acento en el ámbito de lo privado y se identificarán ciertas escenas de la vida -consideradas como privadas- (relaciones de pareja, maternidad, sexo, amistad) como un ámbito también atravesado por la ideología patriarcal.  

En el momento de publicación del ensayo se produjeron otras efemérides de suma relevancia para la atmosfera de creación y critica feminista. En 1972, la artista norteamericana Faith Wilding ejecutaba la performance Waiting (Esperando) como parte de la programación de la Womanhouse de Judy Chicago. Tres años más tarde, en 1975, Laura Mulvey publicó su artículo “Placer visual y cine narrativo” que ya mencionamos en la otra entrada dedicada a la crítica cinematográfica feminista. Por último, en 1977 Nochlin y Ann Sutherland Harris realizaron la exposición Women Artists: 1550-1950.

«Esperando… esperando… esperando / Esperando a que alguien venga/ Esperando a que alguien me tome en brazos / Esperando a que alguien me alimente / Esperando a que alguien me cambie los pañales…. Esperando /… Esperando /… Esperando a ser una niña grande /… Esperando a llevar sujetador / Esperando a que me venga la menstruación / esperando a leer libros prohibidos / … / Esperando a tener novio / Esperando a ir a una fiesta, a que me saquen a bailar, una balada / Esperando a ser bonita / Esperando el gran secreto / Esperando a que empiece la vida… Esperando… […]

Faith Wilding, Waiting (1972)

                                                                                       

            Nos preguntaremos entonces ¿por qué no ha habido grandes mujeres artistas? Esta preguntado puede generar varios tipos de reacción entre las investigadoras feministas. En primer lugar, se buscan ejemplos de artistas que han sido menospreciadas a lo largo de la historia.  Empero, esta reacción lleva un problema implícito en ella, ya que no se cuestiona la premisa que subyace la pregunta, no se responde a la pregunta. En segundo lugar, se intenta afirmar un “Estilo femenino” basado en la naturaleza de la situación y experiencia de las mujeres que contiene un tipo de grandeza diferente al de los hombres. Aquí, también denotamos un problema ya que no parece que una cualidad común de “feminidad” vincule los estilos de las artistas.  

             El genio se encuentra determinado por una estructura social. Asimismo, el sistema de arte donde este opera sigue una disposición patriarcal que se encuentra definido por instituciones de arte (las academias), sistemas de mecenazgo y la mitología que envuelve al creador divino o al artista como “supermacho” o marginado social”. La creación de esta aura en torno a la figura del artista ha generado múltiples monografías en torno a la vida de estos y, como consecuencia, ha perpetuado su mitificación.

            Si entonces, las mujeres artistas han existido desde el principio de la Historia del Arte pero, no las estudiamos dentro de nuestra disciplina es causa de un sexismo estructural que atraviesa las humanidades. Además, la inexistencia de “genias” dentro de esta refuerza la afirmación. Sin embargo, las feministas aún debaten sobre la utilización de este término debido a los problemas que puede plantearnos. En primer lugar, reproduce jerarquías y esquemas de filiación patriarcales, lo que denominamos una historia de “grandes nombres” (Miguel Ángel, Tiziano, Rembrandt, Delacroix, Picasso). Por tanto, si intentamos trasladar esta metodología al campo de creación femenina (Hildegarda de Bingen, Lavinia Fontana, Vigée- Lebrun, Frida Kahlo) seguiríamos fomentado un sistema en donde las “pequeñas” artistas no tienen cabida. Por otro lado, al ser un sistema que se basa en parámetros de evaluación masculinos las mujeres siempre van a estar en desventaja. La única respuesta que parece válida sería la creación de herramientas nuevas para una aproximación histórico-artística o, realizar un examen exhaustivo sobre estas antes de proceder a usarlas.

            Si la máxima aspiración que tiene un artista dentro de su vida como creador es llegar a ser un genio ¿qué ocurre con las mujeres? Retomando a Freixas, podemos ver cuales son las situaciones a las que se enfrenta una mujer artista.  ¿Qué ocurre cuando una “genia” se encuentra en un mundo dominado por “genios”? Retomando a Freixas afirmaremos que las posibilidades de ser una “genia” son sumamente bajas y, en el caso de conseguirlo, no suelen desembocar en un final feliz ya que sus opuestos las opacan, como fue el caso de Sylvia Plath la cual acabó suicidándose.   Aún así, la historiadora nos presenta tres situaciones

GENIO Y GENIA

 

GENIA SOLA.

 

GENIO Y MUSA.

Se produce un conflicto de egos.


Castigo social a la ambición femenina y por la osadía en contra del mandato de género.

Aceptación social.



Dora Maar y Pablo Picasso.

Paul y Hane Bowles.

 

Eileen Gray.

Emilie Flöge y Gustav Klimt

Cleo de Mèrode y Gustav Klimt

 

Parece ser que la relación entre Genio – musa es la más aceptada socialmente y en donde operan las leyes del poder y de la dominación que en vez de disfrazarse de instituciones lo hace de genio.

            Para finalizar, nos gustaría plantearos ¿cómo se puede ser una mujer genio si los/as  historiadores/as  crean el mito de mujer artista como una: enferma, sensible, desequilibrada emocionalmente y la cual se forma a la sombra de un gran genio (genio como gran artista varón) con el que mantiene una historia de amor trágica y pasional?

Podéis dejar vuestras respuestas en los comentarios.

 🠋

 Bibliografía.
  • Linda Nochlin, “Why Have There Been No Great Women Artists?”, Art News (1971).
  • Patricia Mayayo, Historias de mujeres, historias de arte, Madrid, Ensayos Arte Cátedra, 2019.
  • Rocío de la Villa Ardura, “Crítica de arte desde la perspectiva de género”, Investigaciones Feministas, vol. 4 (2013).

Recursos online.

 

 


Comentarios

  1. Menuda controversia propones Paula. La idea de genio, en especial de genio artístico, es un elemento paradigmático del patriarcado aplicado a la historia del arte. En coherencia, el feminismo debería abogar por destruir ese concepto. Pero, si así fuera, nunca habría "genias". Ya no podrían existir pues ha desaparecido la idea. Sin embrago, en la historia del arte, los artistas genios, algunos, si existirían como parte de la historia que en su momento los catalogó como tales.
    Por eso, en primer lugar, habrá que descubrir, reconocer y ensalzar a las artistas "genias" para, en un segundo momento, hacer desaparecer el concepto de la historia del arte y, ya, reescribir una historia del arte verdaderamente feminista: sin la idea de genio, ni la de fiiaciones, ni nacionalidades, ni primacías, ni cánones, ni maestros, ni ... y en la que como recuerdo histórico habrán existido genios y genias. Habrá que ponerse a ello.
    Un "feministo"

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

¿Se puede decir algo nuevo de la Mona Lisa?

La Historia encajonada

La carnosidad en las esculturas de Bernini